El hidrógeno puede ser el elemento más pequeño del universo, pero está experimentando una gran expectativa. A medida que los gobiernos buscan alcanzar compromisos para evitar un catastrófico cambio climático, su foco aumenta cada vez más en este simple elemento para jugar un rol crítico con el objetivo de asegurar un futuro limpio y asequible.
Una ventaja del hidrógeno es que es el elemento más abundante del planeta, encontrado mayormente en el agua. Separando el átomo de agua de los átomos de hidrógeno que hacen el H2O, se obtiene luz, inodora, energía almacenable que no produce contaminantes directos o gases de efecto invernadero. También es energía increíblemente densa: quemando un kilogramo produce 2,6 veces más energía que un kilogramo de gas natural.
La administración del presidente Biden en los Estados Unidos está apostando en grande al hidrógeno. Una ley de infraestructura bipartidaria firmada el último año incluye U$S8 mil millones para establecer de seis a diez “centros de hidrógeno” regionales a lo largo del país.
La Unión Europea también apoya el desarrollo a gran escala de hidrógeno, con el objetivo de producir 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable e importando 10 millones de toneladas para el 2030.
La UE y Estados Unidos no están solos. Más de 70 países tienen energías de hidrógeno, y se estima que el hidrógeno puede alcanzar el 24% de la demanda energética mundial para 2050. De acuerdo con el Consejo de Hidrógeno, 680 grandes proyectos fueron propuestos globalmente (cerca de 350 se encuentran en marcha) valiendo U$S240 mil millones, incluyendo el NEOM Green Hydrogen Project de Arabia Saudita. Cuando se ponga en marcha en 2025, se producirán 600 toneladas de hidrógeno limpio por día, haciéndolo la instalación eléctrica comercial más grande del mundo basada en hidrógeno alimentada completamente por energía renovable.
Se espera que el hidrógeno alimente camiones y barcos de larga distancia y apoye las redes de energía eléctrica para alimentar hogares e industrias a gran escala. Airbus planea utilizar aviones a base de hidrógeno para 2035. Alstom de Francia ya está utilizando trenes propulsados por hidrógeno en Alemania, con proyectos en marcha en Francia e Italia. A diferencia de locomotores de Diesel, no emiten polución en el aire local y producen poco sonido.
“Cambiar a hidrógeno como fuente de energía no es simple”, dice Markus Zimmer, Senior ESG-Economist en Allianz Group Economic Research. “Y la industria de los seguros puede tomar un rol fundamental haciendo que la transición suceda. Este rol va más allá de proveer orientación, conocimiento y asegurar los riesgos que subyacen a la infraestructura y transporte de hidrógeno – como propietario de activos, la industria del seguro tiene un horizonte de inversión a largo plazo que lo califica como una fuente de financiamiento ideal, dado el correcto marco regulatorio”.